Edificio y dependencias
En el número 11 de la calle Cervantes, a lo largo de quince metros y con dos plantas de altura, se levanta la que fuera la casa de Lope de Vega los últimos 25 años de su vida. Desde su construcción, en 1578, hasta hoy, más de cuatro siglos después, el edificio ha sufrido varias transformaciones. A pesar de ellas, la Casa Museo Lope de Vega conserva en la actualidad algunas estructuras originales y ciertos aposentos en su ubicación inicial. Para las habitaciones que no han podido documentarse, aunque se sabe que existieron, entre otras cosas, por la propia obra del poeta, se realizó un minucioso trabajo de investigación que ha permitido recrear el ambiente de éstas, tal y como sería en la residencia del gran Lope. Entre los académicos, arquitectos e historiadores vinculados a la restauración y el montaje de la casa museo, se encuentran, por parte de la Real Academia Española (RAE), Agustín González de Amezúa (académico) y Emilio Cotarelo (secretario), que intervinieron en las gestiones con la Fundación García Cabrejo y con los inquilinos de la finca. Los planes arquitectónicos fueron responsabilidad de Emilio Moya (proyecto oficial), Pedro Muguruza (dirección de la obra) y Modesto López (asistente de Muguruza). La decoración del interior, selección y disposición de objetos del patrimonio artístico, la realizó un grupo de historiadores de la literatura y el arte formado por: Agustín González de Amezúa, Julio Cavestany y Francisco Javier Sánchez Cantón, asesorados por Emilio Cotarelo, Menéndez Pidal, Américo Castro, Gómez Moreno y Javier Sánchez Coutra, entre otros.
La estructura previa a la restauración realizada por la Real Academia Española contaba con cuatro crujías (pasillos que daban acceso a los aposentos de los lados) paralelas a la calle, pero las investigaciones llevadas a cabo concluyeron que en la casa, en los años en que allí vivió el poeta, solo existieron tres de ellas.
Planta baja
En la planta baja de la casa no se encontraron pistas suficientes para reproducir la distribución original de los aposentos. Se supone, como ocurría en otros edificios de la época, que aquí se encontrarían una habitación para recibir a las visitas inesperadas, algunos espacios pequeños, tal vez para hijos, familiares de paso por Madrid, huéspedes o alguna criada, y, probablemente, la cocina.
Primera planta
Una escalera, desde el centro de la planta de entrada, conduce a una primera planta, en la que hoy existe un descansillo donde antes hubo un cuarto distribuidor de aposentos. Aquí, en la crujía primera, se encuentran el estudio y el estrado; en la central, la alcoba de Lope y el oratorio, mientras que en la crujía con fachada al jardín están el comedor, la cocina y la alcoba de las hijas.
Piso abuhardillado
Un segundo tramo de la escalera lleva al piso abuhardillado, en el que están recreadas la habitación del capitán Contreras, el cuarto de las criadas y la alcoba de las hijas.
Huerto y jardín
El huerto y el jardín son elemento esencial de la casa de Lope de Vega, que pasó muchas horas de su vida paseando por los rincones de éste y preocupado de las flores y los árboles allí plantados.